¿Qué es el impuesto rosa?

La brecha de género no sólo se presenta en el mundo laboral, sino también en los precios de los productos que pagan las mujeres, y al momento de acceder a servicios financieros.

¿Sabías que las mujeres argentinas ganan un 27% menos que los hombres, con una participación económica del 20% menor que los varones? Y además, al momento de comprar productos de higiene y perfumería, entre otros, ¿se pagan precios un 7 % superiores en la versión femenina?

Al impuesto rosa, lo podemos definir como una tendencia mundial que hace que la versión femenina de un producto resulte más cara solo por estar dirigida a ese público en particular sin ningún tipo de explicación.

Numerosos estudios internacionales y de organismos argentinos como la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires han denunciado en los últimos años la diferencia de precios entre productos enfocados al mercado femenino y los dedicados al masculino. Hablamos de artículos idénticos, con la única diferencia de contar con detalles o el embalaje en rosa, por ejemplo. 

El principal estudio de esta temática, liderado por la Universidad de California, confirma la existencia del impuesto rosa en los comercios de la región de América Latina, con precios un 7% superiores en la versión femenina. En higiene, perfumería y cortes en peluquerías fue donde más casos encontraron. Una de las conclusiones del informe llega a que las estadounidenses pagan cerca de 1.400 dólares al año más que los hombres por productos similares.

Una consultora privada argentina hizo un estudio con perfumes de hombres y de mujeres en 2019 y concluyó que el 74 % de las fragancias de la misma marca son más caras en su versión para femeninas. Más diferencias se encontraron en estudios sobre zapatos —entre el 3% y 7% de incremento— y relojes de pulsera —incluso un 12% más. Estas tendencias se extienden también a otros gastos cotidianos que los usos sociales hacen muy difíciles de evitar. 

El impuesto rosa implícito en las finanzas.

En la República Argentina, los servicios y productos financieros no quedan exentos del impuesto rosa, presentándose de manera implícita. 

De acuerdo al último informe de Inclusión Financiera del Banco Central de Argentina, muestra que las mujeres, a pesar de tener el mismo puntaje de Educación Financiera con los hombres (11 puntos sobre 21), tienen un 7 % en la brecha del crédito, es decir al momento de acceder o el monto del crédito por parte de una entidad en comparación a los hombres, recibiendo solo el 10 % de los préstamos totales otorgados por los bancos.

Paradójicamente, la fuerza laboral femenina reúne niveles de educación relativamente altos y son consideradas más leales y mejores pagadoras, de acuerdo a los índices de cumplimiento de entidades financieras, pero al fin y al cabo tienen una marcada brecha. 

El desafío de la igualdad empieza por vos.

El desafío de la igualdad ya empezó. A nivel internacional, el W20, la comisión de la Mujer del G20, tiene como misión apoyar los diversos esfuerzos avanzados en la comunidad internacional y desarrollar una perspectiva de género y criterios más inclusivos en todas las instituciones que ofrecen servicios financieros.

Pero qué podemos hacer nosotras, desde nuestra comunidad local, para empezar a eliminar este impuesto rosa:

  1. En primer lugar, te invitamos a que vos misma compruebes las diferencias de los precios de productos en tus próximas compras.

  2. Que hagas escuchar y valerte por tu decisión de compra en aquellos productos con impuesto rosa, sustituyéndolos y subiendo una foto a las redes sociales con el hashtag #No al impuesto rosa. 

  3. Que consumas emprendimientos locales para mujeres con libre impuesto rosa. 

Los cambios nos son rápidos, pero el pequeño aporte que hagamos hoy para bajar esta brecha puede ser parte del cambio de las próximas generaciones de mujeres, y que nuestras hijas, sobrinas, nietas nos recuerden como la generación que empezó a eliminar el impuesto rosa.

¡Súmate, el desafío ya empezó, faltas vos! 

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