¿Cómo planificar los gastos del mes?
Planificar nuestras finanzas y gestionar correctamente nuestros gastos es uno de los gestos de amor propio más grandes que vamos a tener en nuestras vidas.
También es una de las decisiones más complejas.
Piénsalo, qué lindo es llegar a fin de mes con nuestros objetivos financieros encaminados y sin andar a las corridas buscando dinero de donde podamos. ¡Qué liberador es saber todo lo que se puede construir en un mes, si sabemos cómo usar nuestro dinero!
¿Pero, por dónde podemos comenzar?
Desorden pasado, orden futuro
La planificación financiera mensual requiere de varios elementos, que vamos a ver en un momento, pero primero tenemos que saber en dónde estamos hoy. Para eso, debemos tomar como referencia los movimientos de dinero que hicimos en los últimos 6 o 12 meses.
¿Conoces tus ingresos mensuales?
¿Sabes identificar tus gastos fijos y variables?
¿Tienes tu presupuesto?
¿Tus finanzas personales están ordenadas?
¿Tienes tus deudas controladas?
¿Tienes un fondo de emergencia?
¿Tienes ahorros o inversiones?
Si ya marcaste un check en estos puntos, ¡genial! Podemos avanzar. Y si todavía no tienes algunos puntos listos, ¡tranquila! Es un proceso que toma tiempo, pero lo importante es dar el primer paso y comenzar a ordenarnos.
Recuerda que para tener unas finanzas en orden necesitas un presupuesto personal y para tener un presupuesto personal, necesitas anotar todos tus gastos diarios e identificar cuáles son fijos, cuáles son variables y cuáles de estos últimos se pueden reducir o eliminar para desarrollar tu capacidad de ahorro.
Pensando en el futuro 🚀
Ahora sí, ¡manos a la obra al dinero! Es hora de agradecer todo lo que nuestros malos hábitos nos enseñaron y pasar la página.
Para planificar la gestión de nuestro dinero pensando en el próximo mes, podemos seguir tres grandes pasos:
Definir objetivos para el mes.
Hacer jugadas estratégicas: qué puedo cambiar en mi presupuesto.
Elegir fecha y hora para planificar.
1. Definir objetivos para el mes
El descontrol del dinero pasa por no tener muy claro lo que queremos lograr. Esto puede hacer que terminemos gastando en cosas que realmente no queremos o no necesitamos. Sentarnos a definir objetivos puede ser abrumador porque hay que identificar qué es lo que queremos realmente.
Para que nos sea más fácil armar nuestras metas mensuales, podemos pensar en dos tipos de objetivos.
Los objetivos para el mes. Son aquellos específicos para cumplir dentro de un período de tiempo puntual en el marco del mes en cuestión, por ejemplo, planificar la compra de un electrodoméstico o tomar un par de días para hacer una escapada a otra ciudad.
Los objetivos a largo plazo. Para ello, planificamos pequeños pasos que tomamos mes a mes y que nos acercan a esos grandes objetivos, como apartar dinero en forma de ahorro pensando en el momento de tu retiro o comprar una casa.
También puedes fijar objetivos familiares y coordinar con tu pareja o miembros del grupo familiar un plan de acción en conjunto. Teniendo claras las metas para el próximo mes, te aseguras de distribuir tu dinero inteligentemente.
2. ¿Cómo logro mis objetivos?
Una vez que tenemos definido qué queremos lograr durante el mes, ¿cómo hacemos para lograrlo? ¡Estableciendo prioridades! Y lo sabemos, identificar qué cosa poner primero en nuestra lista de objetivos es un arte que toma tiempo aprender.
Muchas personas tienden a poner como prioridad lo más difícil de lograr primero en su lista, ¿pero es esto lo más estratégicamente correcto? ¿Qué pasa si comenzamos a planificar el uso de nuestro dinero mensualmente para lograr nuestros objetivos, ✨estratégicamente✨?
Hay varias metodologías que puedes usar para entender qué quieres lograr primero. Tienes la opción/posibilidad de elegir la metodología que prefieras y la que mejor se adapte a tus necesidades y estilo de vida.
Entre las más importantes están:
1. Método ABCDE: Este formato te permite darle un valor de importancia a cada tarea que creás y entender cuáles tareas necesitan hacerse primero. La letra A es la más importante, la letra B también lo es, pero no más que la A, y así sucesivamente.
A = Pagar el alquiler del departamento.
B = Hacer las compras en el super.
C = Pagar la TDC
D = Comprar ropa
2. Matriz Eisenhower: Ayuda a distinguir cuáles son las tareas urgentes y cuáles son las tareas importantes usando 4 cuadrantes: Importante, No Importante, Urgente, No Urgente. Las posibles combinaciones entre estos cuadrantes muestran a qué le tenés que dar atención.
Importante + Urgente = ¡Págalo o cómpralo ya!
Importante + No urgente = Planifica el gasto
No importante + Urgente = Págalo luego de lo importante + Urgente.
No importante + No urgente = Olvídate
3. Fragmentación: Con esta estrategia, lo importante es dividir en bloques pequeños y focalizados en una actividad específica. De esta forma, tenéis varias tareas que se relacionan entre sí y que permiten crear algo específico. Al dividir en partes una gran tarea, podés avanzar más rápido y constantemente.
Pago de gastos fijos
✨Pago todo lo referente a vivienda el mismo día.
✨ Pago todo lo referente al cole de mi hij@ el día siguiente.
Pago de gastos variables:
✨Compro la comida y bebidas para 2 semanas el mismo día.
✨Pago todo lo referente a mi bienestar el día después.
4. Método Ivy Lee: Consiste en anotar 6 tareas que quieres realizar la mañana siguiente. Cuando empezás el nuevo día, ya sabés qué hacer. La lista de tareas está hecha en función de su importancia. Lo difícil de esta metodología es que siempre se busca lograr todos los objetivos planteados. En caso de no terminar los 6 puntos, tomás lo que no hiciste y lo ponés de primero en la lista del día siguiente.
✅ Pago la cuota del colegio de los chicos.
✅ Pago las expensas del departamento.
✅ Pago de los servicios
✅ Compras del supermercado
✅ Pago de la cuota del gym.
✅ Ir al cafecito en la tarde.
Independientemente de la metodología que uses, si tienes cosas pendientes que has querido lograr desde hace un montón de tiempo, ponlas al principio. Lograr de a poco lo que te has propuesto te hace sentir muy bien y te impulsa a ir por más.
3. Elegir fecha y hora para planificar
Para planificar nuestro mes, necesitamos crear espacios de planificación. Es decir, tener una fecha y hora con un margen de tiempo para determinar qué es lo que necesitamos y queremos para en los próximos 30 días.
Recomendamos:
Hacer la planificación en un día en el que tengas tiempo libre, preferiblemente un sábado o un domingo en el que puedas apartar al menos 2 horas.
Cafecito, mate, té o un chocolate en mano. Si vamos a planificar nuestro futuro, mejor que sea con cosas que disfrutemos. 💕
¿Eres de anotar en una libretita, en la compu o en el celu? Elegí la opción que más te guste y que te permita estar lo más organizada posible.
Con paciencia, piensa en todas las cosas que necesitas y que quieres lograr el próximo mes. Agregá un valor estimado para cada meta.
Revisa tu presupuesto y distribuye montos de dinero específicos para cada punto. Mira especialmente si hay espacios para reducir gastos.
Ten paciencia y aprende a reconocer cuál es el estado actual de tu economía. Si hay que reducir la cantidad de cosas que quieres hacer por mes con el objetivo de planificar eficientemente tu dinero, no hay problema. Ese es el camino para tomar.
Conseguir las herramientas correctas
Una mujer financiera entiende que en la educación hay poder, y por eso siempre está buscando herramientas que le permitan lograr lo que se propone y se adapten a ella.
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